jueves, 29 de julio de 2010

"El cuartito"

El otro día volví a casa de los abuelos, ¿sabes? Quería despedirme por última vez; no de ellos, que ya no viven más que en nuestros recuerdos, sino del cuartito aquel donde aún habita nuestra infancia, antes de que los futuros inquilinos ahuyenten para siempre el eco de nuestros juegos. ¿Te acuerdas? Guerreros con espadas de madera, marinos en un barco imaginario, pilotos en el espacio sin levantarnos del suelo… Me senté en la oscuridad y con ella lloré en silencio. Y con los ojos cerrados y el corazón abierto, casi pude sentir las risas de aquellos niños que fuimos. Cuando cerré la puerta al marcharme, deseé que allí se quedasen, atrapados y felices. En mundos de fantasía a los que nosotros jamás volveremos.


("El cuartito" pertenece a la serie Microrrelatos 150 publicada en este blog).

3 comentarios:

  1. Paseando por su blog me he dado cuenta que ya no paseo por la calle de mi abuela, hace más de cinco años que no paso por allí, desde que derrumbaron la casa.
    Y de repente, leyendo su relato me han venido centenares de sensaciones del patio de mi abuela que no recordaba: el agua fresquita, fresquita de la aljibe cuando jugábamos a las guerras de cubos de agua; el apio frondoso y verde que utilizaba para hacerle la ensalada a mi muñeca Nancy (que no he sido yo de la generación Barbie); los jarrones enormes y blancos del arriate con los que hacíamos los ramos para salir el Domingo de Ramos, valga la redundancia, en procesión detrás del Señor de la Mulita; el olor un poco alcohólico del melocotonero de debajo de la rambla, donde siempre había algún ave de corral bien nutrido de sabrosos y alcohólicos melocotones; mi bella abuela Bella, una gran madre y aún mejor abuela...
    Felicidades Señor O´Dhurann por su Blog y especialmente por su relato " El cuartito" e infinitas gracias por haberme hecho revivir esas sensaciones tan maravillosas aunque sólo las reviva en mis recuerdos.

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  2. Muchísimas gracias por sus alabanzas y por compartir sus recuerdos, sensaciones y emociones (todos y cada uno de ellos tan sensitivos) en este su espacio cibernético. Espero sinceramente poder disfrutar a menudo de su presencia y sus comentarios. Un saludo, amiga anónima.

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  3. Perdone usted Señor O´Dhurann que con tanta emoción y sensación olvidé presentarme.A sus pies Rhubarb para servirle en todo aquello que el espacio cibernético nos permita.

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